Los libros, como cualquier documento (escrito o no), pueden ser citados en los artículos científicos. Por tanto, la respuesta a la pregunta del título de este post es casi trivial... o no.
Aplicar estrictamente a los libros la definición del factor de impacto bibliográfico inventado por Eugene Garfield para las revistas no es posible. Las revistas contienen artículos, que son las unidades citadas. El
factor de impacto es el resultado de dividir la suma de las citas a los artículos de una revista en un período de tiempo (tradicionalmente 2 años, aunque ahora Thomson-Reuters ya calcula el "5-year impact factor") entre el número de artículos (originales y revisiones, parece ser) que publica la revista. Algo así, aunque no exactamente, como el promedio de citas por artículo publicado en la revista. Tras esta explicación, obviamente nos damos cuenta que eso, para los libros, no funciona.
Pero los libros sí son citados. Cualquier investigador habrá citado un libro, o un capítulo de un libro, entre la biliografía de sus artículos... ¡Por lo tanto, algún tipo de "impacto" deben de tener!
Aunque los libros no sean la punta de lanza del conocimiento científico --para eso están los artículos originales publicados en las revistas--, no es menos cierto que el "conocimiento asentado" se difunde a través de los libros, como instrumento docente tanto en las aulas como fuera de ellas, y como sustento o fundamento de conocimiento establecido para la práctica de una disciplina y para la investigación. En el mundo de las ciencias biomédicas, los libros de metodología epidemiológica y bioestadística tienen una misión importantísima en el desarrollo de la investigación observacional (clínica y epidemiológica). Por ello, algo atrapados por la posibilidad de "contar citas" y por la creencia de que los libros "de epidemiología" (o de metodología, incluyendo la estadística, la salud pública y la medicina preventiva) van marcando un cierto camino, tanto de la disciplina como de la investigación en otras disciplinas que aplican la metodología epidemiológica, hemos analizado la frecuencia y tendencias en el tiempo de las citas a libros de epidemiología en un
artículo publicado esta misma semana en la revista PLoS One.
En este trabajo liderado por
Miquel Porta, hemos analizado, a partir del Web of Knowledge, las citas recibidas por 125 libros del ámbito de la epidemiología, la estadística, la salud pública y la medicina preventiva que habían recibido, por lo menos, 25 citas desde el año 1945 (o año de publicación del libro) hasta 2010. Como indicadores del "impacto" hemos usado el número total de citas, la media de citas por año desde la publicación del libro, y la tasa anual de citas, calculada como el número de citas recibidas cada año dividida entre los libros disponibles cada año.
Como se observa en la Figura I, los libros publicados por primera vez en 1980-1989 tuvieron el mayor número total y promedio de citas por año. Nueve de los 10 textos se centraron en los métodos estadísticos más citados. El libro "Applied logistic regression" de Hosmer y Lemeshow recibió el mayor número de citas y la media anual de citas más alta.
Figura I: Evolución del número de citas en el tiempo de los cinco libros más citados
El auge de los métodos multivariantes, la epidemiología clínica o la epidemiología nutricional se refleja en las tendencias de citas, seguramente porque son citas seguramente "necesarias" desde un punto de vista metodológico en las secciones de materiales y métodos de gran número de artículos. De forma diferente, los libros de texto educativos, los libros orientados a la práctica, los libros de conocimiento o concepto sustantivo epidemiológico o sobre políticas de salud reciben muchas menos citas. La figura II muestra un ejemplo de estas tendencias a partir de las citas recibidas por dos libros "metodológicos" (los de Breslow & Day y Sclesselman & Stolley) y dos libros "docentes" (los de MacMahon et al. y Lilienfeld et al.).
Figura II: Evolución del número de citas en el tiempo de dos libros metodológicos y dos libros docentes
La baja frecuencia de citas a libros sobre conceptos y políticas en relación a las de libros sobre métodos no significa necesariamente que la literatura presta menos atención a la teoría que a las cuestiones metodológicas. Estas cifras podrían reflejar que los autores de los artículos tienden a dar ideas y conceptos básicos por sentado, que asumen como parte de la base de conocimiento de la mayoría de los lectores, y que por lo tanto esos conceptos no necesitan ser referenciados. Por ello, la frecuencia de citación es una modesta aproximación a la influencia de los libros. Probablemente, la razón principal por la que los libros de bioestadística encabezan la lista se deba a que proporcionan citas convenientes para los diseños de estudios y las técnicas estadísticas utilizadas en la investigación biomédica, como piden la mayoría de las revistas biomédicas.
Nota: Este post está basado en el artículo Trends in Citations to Books on Epidemiological and Statistical Methods in the Biomedical Literature de Miquel Porta, Jan P. Vandenbroucke, John P. A. Ioannidis, Sergio Sanz, Esteve Fernandez, Raj Bhopal, Alfredo Morabia y César Victora, publicado en la revista de Acceso Libre (Open Access) PLoS ONE. 2013; 8(5): e61837. De ese artículo, del que soy co-autor, he tomado las dos figuras incluidas así como algunos pasajes de texto. La foto del encabezamiento son mis libros de epi y estadística. Y claro: animo a los lectores interesados a la lectura del artículo original.